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¡Repetimos! Nuestro anterior viaje fue en 2017. Durante la maldita pandemia, estuvimos dando muchas vueltas a la cabeza, pensando en qué destinos podíamos organizar para nuestros grupos acompañados de este año. Destinos que nos dieran también una garantía sanitaria. Elegimos Uzbekistan; una media distancia; un país muy seguro, también en cuanto a sanidad (por suerte no han sufrido tanto los efectos del Covid como en otros países); un país que es una AUTÉNTICA JOYA, tanto por sus monumentos, como por su gente y su gastronomía.
En cuanto a monumentos, no os voy a dar mucho detalle por aquí, sólo os diré que es como un museo al aire libre, así tenéis que contactarnos para que os lo cuente 😉
En cuanto a su gente..., sin palabras, sinceramente. Tengo amigos maravillosos, pero es que toda la gente en general, es realmente encantadora y receptiva. ¿Cuántas veces os ha dado una señora que no conocéis, un super abrazo de unos 20 segundos en una estación de metro? Era una señora del Valle de Fergana; nos miramos, nos sonreímos, me enseñó sus preciosa sonrisa con sus dientes de oro, y vino a darme ese gran abrazo.
Su gastronomía me vuelve loca. ¡¡A mí!!, que los que me conocéis sabéis que nunca me atrevo a probar comidas diferentes... Durante siglos ha absorbido y adaptado los sabores de las culturas vecinas, creando una cocina llena de sabor, color, y plena satisfacción.
En estos 5 años, he notado una gran diferencia en la infraestructura hotelera sobre todo. El resto del país, restaurantes, cantidad de turistas, etc, lo vi más o menos igual (igual de bien). Están construyendo bastantes hoteles, cada vez mejores, y la mayoría funcionan muy bien. En alguno aún te puedes encontrar con personal que está aprendiendo a tratar con el turista (lo que suplen con su amabilidad), pero en la mayoría, va todo de maravilla.
Por todo esto, éste es el momento perfecto para conocer este gran país. Me están entrando muchas nuevas reservas de cara a 2023, es un destino que está en auge.
Soy muy maniática siempre en el orden del itinerario cuando se viaja a Uzbekistan:
Volamos con Turkish desde Bilbao, vía Estambul. Me gusta empezar por la capital (hay quien la evita, pues ahora hay vuelos hasta Urgench, pero hay que conocerla), Tashkent, con su parte antigua y su parte moderna, una ciudad soviética, con un metro prácticamente igual que el de Moscú. Es una ciudad con mucha vida, muchísimos restaurantes y terrazas, tiendas, centros comerciales, parques, mercados..., y por supuesto, muchos monumentos.
Me gusta ir de menos a más, monumentalmente hablando, aunque todo lo que se visita es MARAVILLOSO.
De Tashkent volamos a Urgench, que es el aeropuerto más cercano para llegar a Khiva (50 minutos). Esta pequeña ciudad es, literalmente, un museo al aire libre. Lo que se visita es la ciudad antigua, dentro de la muralla. Mientras callejeas, mires donde mires, siempre encuentras tesoros.
Seguimos hacia Bukhara, importante hacer coincidir este día con el tren, para evitar las 8-9 horas de carretera si viajas en bus, ó 6-7 en coche. Es una ciudad más moderna, fácil de recorrer, con mucho encanto e historia. Su punto neurálgico es el estanque, rodeado de terrazas, museos, el barrio judío, etc.
Siguiente punto, y broche de oro del viaje, Samarkanda. Aquí recomiendo estar 3 noches. Ni sobra ni falta tiempo, pero de esta forma se anda con calma para las visitas, y siempre hay margen de salir a dar una vuelta, a cenar, a tomar algo al mítico Blues Bar; eso sí, con mucho cuidado de no caer por una acequia (están por toda la ciudad). Y lo más importante, poder pasear hasta la Plaza Registan para verla de noche todas las veces que se quiera, hasta que quede bien grabado en la memoria.
Si queréis saber más, contactad con nosotras. Podemos preparar salidas regulares o en privado a vuestro gusto. ¡Con guías de película!
Os dejo alguna foto, y muchos besos!!!
Marta Vidaor